abro los ojos, más de lo normal
son esas palabras,
las que anuncian, las que nadie quiere oir
las que te dejan heladas las manos, los pies,
las que se revuelcan en el estómago.
estaban dichas, y dieron vueltas en la cabeza,
a veces lentas, a veces furiosas,
golpeándose con las paredes, o flotando,
pronunciándose despacio.
y crecí de golpe, lo supe al no decir nada,
al pensar "ésta es la vida, y no sé nada de ella"
después nada queda igual, todo se transforma...
hoy la mañana es fresca y nítida,
lo veo desde la ventana.
un sol de oro lo ilumina todo,
voy a dejarlo todo,
estar tú y yo...
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